Juan Ramón Messina: ¿Crimen por venganza? El hombre que conocí como periodista
Fue para el año 2006 cuando
escuché hablar por primera vez de Juan Ramón Messina, de la mano de este
abogado venía su cliente el controversial ex informante de la DEA, David Viteri
Ramos. Dos jóvenes algo excéntricos para los gustos de muchos, por la calidad
de la moda de sus gafas y su forma de vestir.
La presencia de David Viteri respondía a la muerte de su compadre Johnny
Pozo a plena luz del día por allá por el 2006 en los predios del famoso
restaurante Mini-Max , cuando gente de la temida pandilla El Pentágono, se
atrevió a dar un toque de sicariato y acabar con la vida de este ciudadano,
aunque el principal blanco era Viteri.
No pasó mucho tiempo cuando
Viteri, fue objeto de una captura y señalado por la propia Procuradora de la
Nación, Ana Matilde Gómez horrorizada de escuchar sobre las famosas “tucas” que
simulaban tener droga, señalando de
haber cometido supuesta apología del delito.
A esto se le llamó el “tumbe de
drogas”. Allí estaba presente, Juan Messina, como su representante legal.
En Crítica se
documento una famosa frase para ese momento: “el "tumbe" de drogas no existe como delito en el Código
Penal. ..., yo armo 500 kilos de tucos y voy por esa plata”.
Laboraba
para Panamá América cuando se dieron estos procesos penales contra Viteri.
Volví
a saber de Juan Ramón Messina en el mismo
2006, no pasó mucho tiempo, se instauró el programa antidrogas “Ley Patriótica”
por la Policía Nacional.
Cientos
de panameños fueron arrestados por supuestos nexos con el narcotráfico y lavado
de dinero. En el 2011, los procesos
culminaron en todas sus fases en los tribunales, con fallos adversos por falta
de pruebas, violación al debido proceso y testigos falsos. El primer detenido en el 2006 de este
operativo fallido fue Messina.
Me
correspondió cubrir el juicio en el Tribunal Marítimo, donde se desarrolló la
audiencia, y comencé a conocer al hombre que estaba detrás del primer arresto de
este caso.
Comencé
a entender su historia, a situarme como periodista para conocer hasta a donde
la justicia no había podido cumplir su cometido y el abogado Juan Ramón Messina
seguía defendiendo su inocencia, que nadie se la podía refutar.
Este
tiempo en que esperaba la sentencia, y fue absuelto por la nulidad del proceso,
Messina comentaba desde la cárcel, sobre su privación, la vida de sus hijos en
casa, como desconocían su situación legal.
Pensaban
aquellos chicos que había dejado en su hogar, mientras el esperaba salir tras
años de cárcel que su excusa era estar estudiando en la escuela, para que sus
hijos entendieran su situación de alejamiento temporal. Era una de sus mayores preocupaciones.
Se
interesaba por leer y tener de primera mano las noticias desde la madrugada,
siempre estuvo bien informado de todo.
Al
salir de la cárcel, Juan retomó su vida, junto a su esposa la también abogada
Kathy Ramos y le perdí la pista por un tiempo.
Me
reveló algunas cosas que no entendía y que me costaban comprender, pero nunca
se incriminó como responsable de ningún delito que se le indilgó. Esa
presunción de inocencia siempre la respete.
Juan
Ramón Messina era un hombre que se apasionó con la política, apoyando a su
esposa en este reto que emprendieron. Pero su vida quedó nuevamente envuelto en
un escándalo hace un año, cuando fue mencionado por la muerte de Kiki Pinzón,
otro activista político del PRD asesinado.
De
una vez , lo llamé y me contó su versión referente al tema de Raúl Pineda y los
problemas políticos que rodeaban el que Kathy fuese una contendora política.
Siempre se excluyó del caso, y no lo vinculó la fiscalía Segunda Superior en el
expediente.
Un
año después, de este suceso, comenzaron los problemas ante la opinión pública
con las fuertes declaraciones que dio el ministro de Seguridad, José Raúl
Mulino. Messina enfrentó esta situación
y me llamó para saber que opinaba al respecto, le di mi punto de vista.
Le
mencioné que tenía que preparar a sus hijos, y me afirmó que ya los niños más
grandes, y el más pequeño, conocían la verdad de su historia y su pasado en la
cárcel.
Juan
Ramón Messina, fue entrevistado en Telemetro Reporta, y se defendió de las
acusaciones de Mulino e hizo serios cuestionamientos. Todo quedó en un inpás.
Luego
Juan Messina, me reveló que sería su esposa Kathy, la abogada de una de las madres de
los neonatos fallecidos recientemente en la Caja del Seguro Social, y habían tenido problemas con las copias en la Fiscalía Auxiliar
con el expediente.
Siempre
tuve mi corazonada de que a Juan lo acechaba algo por sus declaraciones. Cuando muere el empresario colonense
Cipponeri, hubo un rumor que habían asesinado a Messina, e inmediatamente lo
llamé, ya que estaba en shock y me dijo jocosamente: “Estoy vivo todavía”,
palabras que nunca voy a olvidar.
Esta
vez, cuando una colega me aviso de la muerte de Messina, pensé que sería otra
bola o rumor, y lo tomé muy normal, le escribí, y le dije por whatsaap: “Juan,
estas vivo, mira que hay una bola”, nunca me contestó. Le marqué dos veces y luego me confirmaron de
su asesinato.
El
crimen organizado lo acechó hasta este 23 de septiembre. Dispararon contra Juan
Messina, sicarios de forma despiadada y le arrebataron la vida.
Una
vida muy corta y una verdad que jamás podría entender. Un submundo que no
toleró la convivencia, un submundo que me ha dejado cientos de interrogantes y
que hoy como lo predije era algo que todos sabíamos iba a venir.
No
debo juzgar ni hacer conclusiones a priori, pero siendo periodista judicial, de
haber visto tantos crímenes, siento que es un caso que si se le impone la
voluntad, se va a saber toda la verdad, de por qué le quitaron la vida a Juan
Ramón Messina. En una corta vida, de la
cual él y sus allegados solo podrán recordar.
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