¿Por qué nos encanta tanto el jolgorio de los carnavales?

Son casi 5 días de felicidad, farsa, rumba, sin estress, liberando energías, agua, música, diversión. Las tristezas quedan atrás y el cuerpo lleva adrenalina pura para aguantar cinco días sin dormir, solo esperando las mojaderas y los bailes nocturnos.
Así son nuestros carnavales a nivel nacional, no los tomamos en serio. Solo estamos pensando en pasar esos días de alegría.
Unos cantan las tonadas a la calle rival, otros gozan en el parque la mojadera, el guaro, la aglomeración y el desenfreno.
Son tan particulares nuestros carnavales, Las Tablas, es la excepción. Cómo todos cabemos en ese pequeño pueblito, cómo cabemos en el Parque Porras. Y la Calle Arriba saca su esplendor y la Calle Abajo su alegría.
Que ni hablar de quienes alegran la fiesta de Momo, sin ellos no hay carnaval: el destape de los gays.
Así son los carnavales.
La capital, sencillos, rumba, tarimas de artistas y guaro. Cada cual se divierte a su manera. Extranjeros y nacionales se funden en la alegría.
Es un carnaval diferente, los nacionales que están en el extranjero vienen a pasarla rico.
Nuestros antillanos se lucen con sus costumbres, Rio Abajo y la Feria Antillana es digna de admirar. Las delicias de la gastronomía no tienen nombre, y los vestuarios divinos.
Es más que cultura, así es nuestro carnaval total alegría y felicidad.

Foto tomada del diario digital Crítica, domingo carnaval