Padre de Sergio Schael no extravía las esperanzas y agradece el esfuerzo periodístico realizado en Panamá, Miami y Caracas

Caracas, 8 de julio de 2015

Griss Beth
Ciudad de Panamá

Apreciada Griss:

acabo de enviarle una nota a los periodistas de investigación que como tu, tomaron el trabajo de agregar algo a la investigación y publicación de notas extensas referidas al caso del querido e inolvidable Sergio. Ustedes, desde Panamá, Miami y Caracas, rompieron el silencio. Tal vez por ello alguien gritó.

Copia de la misma te la hice llegar pues igual la merece quien desde el comienzo de esta historia, hace ya año y medio, ha estado con nosotros, acompañándonos de tantas maneras pues te sentimos cerca con enorme interés, solidaridad y calidad humana excepcionales, con la espontaneidad y la destreza profesional del equipo que forman Ewald y Joseph, a quienes estaremos eternamente agradecidos por invalorables gestos espontáneos y de comprobable honorabilidad profesional.

No nos cabe la menor duda que tus iniciativas en tu Panamá constituyen la clave para el logro de lo que hasta hora sabemos y es posible divulgar como contribución, creo, más bien para la historia.

Como te lo comenté, tengo la obligación primordial de que el día que el niño Dylan pregunte: ¿Y ustedes qué hicieron?, podamos mostrar lo que con el favor de personas como tu, acumulamos, registros de pequeñas y modestas acciones a nuestro alcance frente a la capacidad inconmensurable y deshonesta -aunque comprensible- de la otra parte para disimular la atrocidad de que las que unos directa y otros indirectamente, son y serán responsables por el resto de sus días por más que evadir la acción de la justicia, tanto en Panamá como en Caracas u otras partes del mundo, les permita sobre llevar vida "normal".

Obvio que no dejamos extraviar la esperanza que alguna vez los órganos a los cuales corresponde, puedan atenazarlos a todos para sentarlos en los estrados de algún magistrado honorable. Es posible aunque día que pasa día que robustece la duda.
 
Espero mantengamos el contacto y que si algún día vuelvo a Panamá, nos encontremos para darte el abrazo. Viéndote a los ojos, testimoniar la gratitud de los Schael-Medina y Schael-Querales.

Que Dios te bendiga y prosigas en tu labor periodística valiente y valiosa. La realizción de la madre, esposa y profesional. Escribe y escribe que algo queda -solía decir uno de nuestros viejos maestros del periodismo venezolano (Kotepa Delgado)

Con afecto,
Alfredo Schael

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