Maribel Gordón: Para nadie era un secreto el nivel de corrupción imperante

Panamá


El pasado quinquenio las calificadoras dieron números especiales para Panamá debido a la inversión extranjera, el turismo, el sistema financiero y sobre todo las obras del gobierno Martinelli, destacando que estábamos en un rango excepcional y envidiable en Latinoamérica.

Sin embargo, cuando entramos a mirar el panorama de Panamá en el 2016, nos encontramos con hechos de posibles actos de corrupción, auditorias que demuestran el despilfarro de dinero, una posible lesión patrimonial solo en el PAN  de $700 millones, dineros aprehendidos por $72 millones, confesiones, peculado, delitos contra el orden económico, blanqueo de capitales, etc.

1. ¿Cómo se traduce esto para Panamá y si en realidad esta bonanza pudo haber sido creada por estos hechos de corrupción?

En primer lugar, el modelo económico neoliberal ha centrado la dinámica de acumulación en la economía de lo intangible, lo cual ha demandado la transformación del papel del Estado en la economía. Las ganancias de los últimos años en el país están de la mano de la participación del Estado en la economía, inversión pública vía la realización, en el caso de Panamá, de los llamados megaproyectos.

En este sentido los gobiernos panameños han incrementado los niveles de inversión público, sobretodo en la construcción de infraestructura, que en algunos casos ha permitido la corrupción (sobrecostos). Uno de éstos focos de corrupción ha sido el PAN hoy DAS, ayer FIS y FES.

Si la economía ha crecido (Periodo de Martinelli (2010-2014), en términos del PIB, pero de manera hipertrofiada (desigual desarrollo de los sectores económicos), un crecimiento del sector servicio-comercio en detrimento de los sectores productivos (agro e industria), salvo la construcción. En el periodo de Varela (2014-2016), el PIB crece a tasas menores, pero con la misma configuración hipertrofiada, revelándose una caída en la actividad de la construcción. En las dos administraciones de gobierno a pesar del crecimiento económico, de los ingresos del Canal, la deuda pública se incrementa vertiginosamente. La pregunta ¿A dónde va a parar el crecimiento? ¿Cuál es la necesidad de la deuda?

En ambos periodos no hay desarrollo, la calidad de vida de los panameños sigue deteriorándose. Es una política económica que se impone desde los setenta, que privilegia el crecimiento económico y no el desarrollo social.

Crecimiento del PIB
Año
Tasa de Crecimiento
2010
5.8%
2011
11.8%
2012
9.2%
2013
6.6%
2014
6.1
2015
5.8
Fuente: MEF

Deuda*
Año
Deuda Pública
(En millones de dólares)
2010
11,629.5
2011
12,814.2
2012
14,265.2
2013
15,683.6
2014
18,231.0
2015
20,221.7
*No incluye llave en manos, ni la deuda contraída por Tocumen, S.A; Empresa Nacional de Autopistas, S.A.; y Empresa de Transmisión Eléctrica, entidades excluidas del sector público no financiero. Al incluirlas en el 2015 ronda 25 mil millones de dólares.
Fuente: MEF


2.  ¿Cuál es su observación al respecto al señalarse tantas obras de infraestructura y que los dineros hoy sean cuestionados?

Para nadie en Panamá era un secreto el nivel de corrupción imperante en el país; el cual no es nuevo. Según el FMI un aumento de 10% en la corrupción genera una pérdida de 2% en el crecimiento del PIB; en el caso del Observatorio Económico/México, establece que la corrupción representa un 15% de la inversión pública.
En Panamá, la tasa de crecimiento medio del periodo 2008-2014 (medido en términos del PIB) fue 7.1% lo que arrojaría una pérdida de aproximadamente B/. 3,410 millones en 5 años para la sociedad panameña.

Solo de las partidas del PAN, en el periodo de Ricardo Martinelli, con el aval de la Contraloría, se otorgaron 1,200 millones de dólares, de ellos se distribuyó entre los 71 diputados, de todos los partidos tradicionales, más de 400 millones de dólares usados en clientelismo político y campaña de reelección.

Pero éste no es el  único caso de corrupción. Recordar: sobre costos en el Metro, Cinta Costera, carreteras, puentes, ciudad hospitalaria, etc.; Financial Pacific, Petaquilla Gold, Finmeccanica, Juan Hombrón, Terreno del Florista, Jumbo Ferias, compra de los Corredores, Metro y Metrobús, Caja de Seguro Social, venta de indultos presidenciales, viajes, uso de la partida secreta, hidroeléctricas.
Esta fue la acción gubernamental de "En mi gobierno se puede meter la pata. Pero no se puede meter la mano".

En el gobierno de Juan Carlos Varela, que cogobernó 26 meses con Martinelli, los escándalos de corrupción no han cesado: licitaciones amañadas, compras directas injustificadas, sobrecostos, compras suntuarias, etc. (Ver caso de MIVIOT, MIDA, CSS, MEDUCA, Tocumen S.A., y otras más). Es decir, continúan las mismas prácticas de corrupción, falta de “transparencia, rendición de cuenta y ética” en la gestión gubernamental.

3. ¿Cómo define el Panamá de hoy frente a este panorama judicial y la economía del país?

En Panamá, hoy, el interese en juego entre los sectores de poder económico no es el modelo de acumulación (centrada en lo financiero-importador y en la actividad de la construcción), sino la disputa del control del gobierno para hacerse de los negociados (acumulación principal vía proceso de construcción de infraestructura, servicios y venta del patrimonio).

Ello explica porque este sector ha cerrado fila en un discurso unísono frente al escándalo de los llamados “Papeles de Panamá”, colocándolos como un ataque al país para desdecir el hecho de cómo se han fraguado grandes fortunas a nivel mundial y local; así como el papel que el mundo capitalista le ha asignado al país históricamente “prestador de servicios para la economía mundial”, mismo que se consolido en la década del setenta (con Omar Torrijos), a través de la “Plataforma Transnacional de Servicios” (Centro Financiero Internacional, Compañías Aseguradoras y Reaseguradoras, Compañías de Papel).

El problema actual, es la redefinición a nivel planetario que exige la globalización neoliberal, sobre todo a partir de la creación de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que incorporó a los servicios en el plano de la dinámica económica, requiriendo nuevas normativas en el que hacer de los mismos (Privatización de la educación y la salud; reestructuración de la información y la comunicación; servicios transfronterizos; reestructuración de las “normativas” de los paraísos fiscales; entre otras. Es decir readecuar la dinámica económica al mundo de lo intangible); hecho que ya generó crisis en el plano financiero (2008, cuyos antecedentes datan del 2006-2007 ante el colapso de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos).

En medio de las revelaciones extraídas de la empresa Mossack Fonseca, no se le ha dado importancia a los intereses de los Estados Unidos, que forma parte del entramado. Recordar que Estados Unidos definió su estrategia de servicios (Éstos representan casi el 70% del comercio mundial), a través del Acuerdo sobre el Comercio Internacional de Servicios (TiSA) y de los Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TPP). Del primero, Panamá forma parte de las negociaciones secretas, el cual establece entre sus objetivos “…contrarrestar la influencia de potencias emergentes en las transacciones comerciales”.

Sin dudas, en medio de la información extraída de Mossack Fonseca, también hay intereses geopolíticos de Estados Unidos, su confrontación con Rusia y con los países de América Latina que levantan el proyecto de la Patria Grande; además de preservar su dominio en lo que consideran su “patio trasero” América Latina.

4. ¿Cómo se podría reponer Panamá y cuál es la situación económica según usted la conoce en estos momentos del país?

En primer lugar, reconocer la posición sumisa de los sectores de poder económico de Panamá frente al gran capital extranjero, aceptando el papel que nos han impuesto históricamente, aunque ello represente acciones que atentan contra los intereses del país y de la mayoría de la población.

En segundo lugar, establecer con claridad que Mossack Fonseca solo representa los intereses de los 115 ultra millonarios de Panamá, que han amasado grandes fortunas de la mano de los gobiernos, de relaciones empresariales antiéticas. Mossack Fonseca está vinculado con los gobiernos panameños, ocupando altos cargos en las esferas gubernamentales (ministerios y consulados), por ende no representa a los 3.9 millones de panameños, ni a Panamá.

En tercer lugar, no se trata de establecer leyes cosméticas que legalicen lo ilegal y antiético, o que “regule” algunas prácticas a partir de las exigencias de países desarrollados (OCDE).

En cuarto lugar, el momento exige imponer una investigación seria, que investigue, juzgue y condene a corruptos y corruptores. Situación de la que abrigamos pocas expectativas.

En materia económica, es necesario redefinir el rumbo. Es urgente levantar un plan nacional de desarrollo que priorice los intereses nacionales y sociales; que apueste a una economía para el bien común, lo que exige impulsar a los sectores productivos, principalmente la producción de alimentos; la atención de las demandas sociales, principalmente acceso a alimentos, agua, salud, educación,  vivienda; que garantice una política energética nacional y protección ambiental).

Esta visión que planteamos exige refundar el país, a partir de la participación de todos los sectores del país, que de paso a auto convocar una Constituyente Originaria, que camine hacia una sociedad justa y equitativa, con pleno respeto de los derechos humanos, especialmente el derecho a la vida.




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